La Agencia Espacial Europea (ESA) espera lanzar en 2028 un satélite cuya función será mantener en órbita los satélites geoestacionarios, como los de telecomunicaciones, alargando su vida útil, se anunció este lunes 14 de octubre.
La misión, en la primera etapa de demostración de la tecnología, forma parte del programa de la ESA para el uso sostenible del espacio.
La ESA anunció en un comunicado que contrató el servicio con la empresa aeroespacial D-Orbit, especialista en la colocación y retirada de satélites en órbita terrestre.
D-Orbit, que tiene una filial en Portugal dedicada al desarrollo de sistemas de comunicaciones, iniciará servicios comerciales de extensión de vida útil para satélites geoestacionarios si la misión de demostración tiene éxito.
La implicación de la ESA, que firmó un contrato de 119 millones de euros con la empresa italiana, finalizará cuando se demuestre en la misión de demostración que el satélite RISE acopló, maniobró y finalmente liberó un satélite geoestacionario.
Los satélites geoestacionarios son satélites que parecen estacionarios porque giran a la misma velocidad que la Tierra y pueden ser tan grandes como un autobús escolar y pesar más de seis toneladas, ya que necesitan “soportar pesadas cargas útiles de comunicaciones que requieren grandes paneles solares para alimentarse”. “ellos” de energía.
Mientras el RISE, más pequeño y liviano, esté atracado y controle la altitud y órbita de su satélite objetivo, mantendrá “su propia energía, comunicaciones con la Tierra y carga útil en pleno funcionamiento”.
RISE está equipado con equipos para acoplarse a un satélite, “como complejos sistemas robóticos, sensores para medir la distancia a su objetivo y ordenadores capaces de controlar el satélite de forma autónoma”.