Mikel Arteta dejó muy claro que no estaba de acuerdo con las dos decisiones de penalti que fueron contra su equipo del Arsenal durante un Derrota 1-0 en la Liga de Campeones al Inter el miércoles.
Los Gunners habían capeado una tormenta temprana en San Siro, abriéndose camino hacia una competencia cautelosa. Cuando se acercaba el descanso con el partido aún sin goles, el centrocampista del Arsenal Mikel Merino se levantó para recibir un centro enviado al área. El campeón de Europa apuntó de cabeza al balón antes de que el portero del Inter, Yann Sommer, apareciera y le propinara un puñetazo enguantado a un lado de la cara de Merino.
El árbitro desestimó el incidente, decisión que el VAR aceptó. Cuestión de minutos después, Merino volvió a caer en el lado equivocado de los árbitros, bloqueando sin querer el balón con el brazo levantado mientras defendía una jugada a balón parado del Inter. Esta vez, el árbitro señaló el punto, para frustración de Arteta.
“No lo entiendo”, dijo el problemático técnico del Arsenal a la prensa reunida después del partido. “Es sólo un desvío, no hay ningún peligro, no puedes reaccionar porque estás muy cerca, pero bueno, deciden que es penalti.
“Pero si eso es un penal, entonces el de Mikel Merino cuando le golpea en la cabeza tiene que ser 1000% un penal y estos son los márgenes en este juego y es muy, muy difícil de aceptar”.
Hakan Calhanoglu ejecutó sin piedad el penalti, que resultó ser el único gol en un partido reñido.
“Desafortunadamente no hay nada que podamos hacer, no vamos a poder cambiarlo, así que lamentablemente tenemos que aceptarlo y seguir adelante”, lamentó Arteta. “Al inicio de la temporada nos dijeron que no era una penalización, eso estaba claro. Hoy fue una historia diferente”.
Esas controvertidas decisiones provocaron la segunda derrota consecutiva del Arsenal tras perder 1-0 ante el Newcastle United el sábado pasado. Los Gunners afrontan un viaje desalentador al Stamford Bridge del Chelsea en la Premier League el domingo por la tarde.