Al final de un encuentro sin aliento, Pep Guardiola levantó las manos en señal de derrota.
Después de ver a su equipo Manchester City perder merecidamente 2-1 ante Bournemouth en la costa sur el sábado, la primera derrota del club en la Premier League desde una derrota por 1-0 ante el Aston Villa en diciembre pasado, Guardiola se apresuró a elogiar el desempeño de sus oponentes.
“Sabíamos que no podíamos igualar la intensidad”, dijo el derrotado técnico del City al bbc post-juego. “Hemos hablado de ello. Fue un partido abierto. Tuvimos oportunidades al final, pero felicito al Bournemouth por la victoria”.
Antoine Semenyo adelantó a los locales en los primeros diez minutos, pero Ederson ya se había visto obligado a realizar dos paradas 90 segundos después del saque inicial. Los anfitriones molestaron, acosaron y arengaron al City, recuperando el balón dentro del campo contrario siete veces en la primera media hora.
“Los 50-50 balones en el medio, los duelos, hacen este tipo de juego”, suspiró Guardiola. “Son muy agresivos. Tuvieron entre seis y siete días para prepararse. Tienen físico y velocidad, pero hay que ganar este tipo de situaciones. Y tuvieron oportunidades. Ederson hizo una buena parada”.
El City no disparó por primera vez a portería hasta el minuto 80, momento en el que perdía 2-0. Josko Gvardiol pronto redujo la diferencia a la mitad, lo que provocó una conclusión frenética cuando el City disparó ocho veces en los últimos ocho minutos. “Tuvimos muy buenos momentos al comienzo de la segunda parte y después fue difícil asimilarlo porque estuvimos bien”, señaló Guardiola. “Después de marcar, tuvimos impulso y oportunidades, pero no pudimos marcar. [again]”.
Al reflexionar sobre el final de la racha invicta de 32 partidos de su equipo en la Premier League, Guardiola no culparía a los diversos problemas físicos que el City aportó al partido. Los campeones no contaron con Ruben Dias, John Stones ni Jack Grealish, mientras que Oscar Bobb y el ganador del Balón de Oro, Rodri, siguen ausentes durante mucho tiempo.
Guardiola pidió a sus jugadores que superaran la barrera del dolor antes del partido del sábado y luego admitió que Nathan Ake y Kyle Walker no estaban al 100%. Sin embargo, el técnico catalán rechazó basarse en ello como excusa. “Es lo que es”, se encogió de hombros.
“Tenemos pocos jugadores con muchos minutos y muchos jugadores sin minutos, lo que hace que la balanza sea un poco incómoda. Jugamos bien contra los Spurs pero hoy no pudimos manejar la intensidad que tenían y por eso perdimos el partido. “