Advertencia de activación: este artículo contiene menciones de abuso sexual y drogas.
Sean Diddy Combs presentó una solicitud para acelerar una moción de silencio después de que un testigo le dijera a la prensa que era dueño de algunos de sus presuntos videos sexuales. Los abogados del magnate de la música, Marc Agnifilo y Teny Geragos, escribieron al juez que las personas que hacen tales afirmaciones están “socavando el derecho del Sr. Combs a un juicio justo y la integridad de los procedimientos del gran jurado”.
Posteriormente, el rapero presentó una moción para restringir las declaraciones extrajudiciales de posibles testigos, según la carta obtenida por Page Six. La declaración afirmó además que, dado que los juicios de Diddy están en curso, las declaraciones extrajudiciales podrían tener un impacto en la sentencia y que sería justo para el rapero si esas afirmaciones fueran ignoradas.
A esto le siguieron varios artículos sobre Courtney Burgess, un hombre que testificó por posesión de supuestos vídeos sexuales de Diddy. “Durante los últimos días, un testigo del gran jurado y su abogado han concedido múltiples entrevistas, incluso fuera del tribunal inmediatamente después de su aparente testimonio ante el gran jurado”, escribieron los abogados del rapero en la carta.
También afirmaron que Burgess “fue citado” después de que hizo estas acusaciones en plataformas públicas como las redes sociales, afirmando que poseía videos de celebridades, incluidos menores, que eran agredidas sexualmente. La noticia se extendió como la pólvora a través de esas plataformas y creó una impresión contra Diddy.
Los abogados alegaron que la noticia era falsa y que “el gobierno en realidad está dando crédito a sus sensacionales afirmaciones, lo cual es profundamente perjudicial”. El equipo legal de Diddy está solicitando al juez una orden judicial “que restrinja el discurso de los posibles testigos y sus abogados”.
El 31 de octubre, Burgess apareció en el segmento Banfield de NewsNation e hizo afirmaciones acerca de que la ex del rapero, Kim Porter, supuestamente le dio 11 unidades flash que contenían videos antes de su muerte. Los videos supuestamente mostraban a ocho celebridades, seis hombres y dos mujeres, y dos o tres menores de edad y, según Burgess, parecían estar bajo la influencia y aparentemente eran “víctimas” y no “autores”.
Los fiscales se opusieron anteriormente a la orden de silencio alegando que los demandantes o denunciantes del caso se encuentran en un litigio civil y fuera del alcance de un tribunal penal.