En caso de peligro, la primera acción es hacer sonar las alarmas. No es muy diferente de la reacción de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ante el aumento de casos de mox en el continente africano y más allá. “Ayer sólo la República Democrática del Congo se vio afectada por esto. Hoy tenemos muchos más países. Ya no es sólo África”, afirma Jean Claude Udahemuka. La declaración de una emergencia de salud pública internacional sirve como una llamada de atención para el resto del mundo.
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