MONTREAL– Más de 45 naciones firmaron el jueves en Montreal un compromiso para repatriar a Ucrania a los civiles, prisioneros de guerra y niños capturados por Rusia desde que invadió el país.
La ministra de Asuntos Exteriores canadiense, Mélanie Joly, dijo que los países acordaron coordinar esfuerzos para recopilar información sobre los ucranianos detenidos en Rusia y crear vías seguras para su regreso.
“Hay que proteger vidas humanas. Se debe permitir que los niños, los civiles y los prisioneros de guerra regresen a sus hogares”, afirmó durante una conferencia de prensa al final de una cumbre de dos días sobre la dimensión humana de la guerra.
El Ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andrii Sybiha, dijo que casi 42.000 ucranianos están desaparecidos y que casi 20.000 niños han sido deportados a Rusia. Dijo que hasta la fecha 860 niños ucranianos han sido devueltos a sus hogares.
Joly dijo que la declaración conjunta del jueves ayudará a coordinar los esfuerzos existentes para localizar a los ucranianos desaparecidos. Dijo que Qatar, Sudáfrica y la Santa Sede acordaron actuar como intermediarios para negociar el regreso de prisioneros de guerra, civiles y niños. Lituania y Qatar actuarán como países de tránsito para los ucranianos que sean liberados.
Los funcionarios no publicaron una lista de los más de 70 países que enviaron delegaciones a Montreal esta semana, y no estaba claro qué países habían firmado el compromiso hasta el jueves por la noche. Pero varios actores importantes no estuvieron presentes, incluidos China, India y Brasil. México y Sudáfrica asistieron a la conferencia.
Joly dijo que muchos países sintieron “presiones directas de Rusia” para no asistir a la cumbre. “Rusia hizo muchas gestiones en muchas capitales del mundo diciendo que no deberían venir a Montreal”, dijo. “Esto demuestra que lo que estamos haciendo está arrojando luz sobre un tema que avergüenza a Rusia”.
La CPI anteriormente órdenes de arresto emitidas tanto para el presidente ruso Vladimir Putin como para su comisionada para los derechos del niño, Maria Lvova-Belova, acusándolos de crímenes de guerra de deportación ilegal de niños y traslado ilegal de niños de zonas ocupadas de Ucrania a Rusia. Moscú ha rechazado las acusaciones.