Partidos leales a El presidente de Uzbekistán arrasó con los escaños del parlamento, según los resultados oficiales publicados el lunes, en unas elecciones sin oposición real en el estrechamente controlado país de Asia Central
Hay cinco partidos registrados en el país y nominaron a todos los candidatos que se presentaron a la votación del domingo. Si bien los partidos pueden centrarse en diferentes cuestiones, algunos hacen hincapié en el clima empresarial o la protección del medio ambiente, todos apoyan al presidente Shavkat Mirziyoyev.
En Uzbekistán no se permiten verdaderos partidos de oposición.
Casi el 75% de los electores habían emitido su voto en la votación del domingo, muy por encima del 33% necesario para que el voto fuera válido, según funcionarios electorales.
Gracias a los cambios legislativos introducidos el año pasado, Uzbekistán pasó a un sistema electoral mixto, en el que la mitad de sus 150 legisladores fueron elegidos a partir de listas partidistas y la otra mitad fue elegido individualmente. Las nuevas normas también estipulan que el 40% de los candidatos al parlamento deben ser mujeres.
Los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa dijeron que las elecciones se llevaron a cabo en medio de reformas en curso, pero que “el entorno político siguió siendo limitado y no brindó a los votantes una opción genuina”. Señalaron que “las libertades fundamentales de asociación, reunión pacífica y expresión siguen estando desproporcionadamente limitadas tanto en la legislación como en la práctica”.
Desde que asumió el cargo en 2016, Mirziyoyev ha llevado a cabo una serie de reformas políticas y económicas que han suavizado algunas de las duras políticas de su predecesor, líder dictatorial Islam Karimov. Bajo el gobierno de Karimov, Uzbekistán fue uno de los países más represivos de la región.
Mirziyoyev también liberó a algunos prisioneros políticos, alivió las restricciones para los medios y los blogueros y alivió los estrictos controles sobre el Islam que Karimov impuso para contrarrestar las opiniones disidentes.
En 2022, el gobierno de Mirziyoyev afirmó haber eliminado lo que los grupos de derechos humanos consideraban trabajo forzoso sistémico, pero persisten algunas preocupaciones y los activistas de derechos dicen que miles de personas en Uzbekistán siguen encarceladas por cargos falsos.
En abril de 2023, Mirziyoyev inició una referéndum constitucional que restablece los límites del mandato presidencial y le permitiría permanecer en el cargo hasta 2040.