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Durante cuatro semanas, quien quiera aprender un poco sobre el teatro brasileño tendrá la oportunidad en Chapitô, en Lisboa. El espacio de cultura y artes circenses acogerá cuatro obras de teatro, siempre de viernes a domingo, con entradas a un precio de 12 euros.
La idea de realizar el festival surgió de Bruno Mariozz, uno de sus comisarios. “A finales del año pasado estuve en Chapitô con una obra madre de santoun monólogo con la actriz Vilma Melo. Tuvimos dos presentaciones y fue un éxito. Surgió la idea de hacer un programa con cuatro espectáculos en ese espacio, la cual fue aceptada”, dice Mariozz.
Una característica común de las piezas que se exhibirán es que son obras de autor, sin utilizar un texto reconocido. “Tenemos dos programas creados por mí y dos programas de otros creadores”, dice Mariozz.
El festival se abrirá con la obra Habráun monólogo protagonizado por Mariana Vasconcelos de Minas Gerais. “Ella es una brasileña que vive en Portugal. Ella trae un poco de esa mezcla, una experiencia que viene de Brasil y se construye en Portugal, reuniendo otras narrativas. La esencia es brasileña, pero mezclada con arte portugués”, explica Mariozz.
En la segunda semana, del 18 al 20 de octubre, será la nuestro lugarque cuenta con la actriz Sara Bentes y el actor Kiko do Valle. “Es una obra escrita e interpretada por una actriz y cantante con discapacidad visual. Ella protagoniza el espectáculo desde un arco colgante, lo cual es una situación muy desafiante. Además, hay una relación con el lenguaje de Chapitô, con su aspecto circense y su preocupación por la accesibilidad”, relata.
El tercer espectáculo, que se estrena del 25 al 27 de octubre, se titula Rosas Negras. Creado por el director bahiano Onisajé –el otro curador del festival– cuenta con la actriz Fabíola Nansurê que aborda las dificultades, luchas, victorias y desafíos del cotidiano de las mujeres negras en Brasil.
El último espectáculo será Madre bahianadel 1 al 3 de noviembre. “Está basada en la historia de Helena Teodoro, la primera doctora negra en filosofía en Brasil. Se trata de la reacción de una abuela ante la pérdida de una nieta. Helena Teodoro perdió a su nieta cuando tenía cuatro años”, cuenta.
Teatro brasileño en Portugal
Cuando dejó Belo Horizonte para venir a Portugal, Mariana Vasconcelos, de 39 años, la actriz de la obra Habráque se estrena este viernes, no tenía como objetivo inicial crear un teatro. “Vine a tener experiencias, a aprender. Estudié en el Fórum Dança y en el Centro de Estudos do Movimento, que no es sólo danza, sino algo más amplio”, recuerda.
Realizó un máster en teatro en Lisboa y acabó formando un grupo de teatro multinacional, InsanaCena. “Somos cuatro brasileños, tres portugueses, un húngaro y un sirio”, dice.
En las obras que presentan, los temas sociales siempre están presentes. “Intentamos traer temas que tengan sentido, como el racismo, la xenofobia, la misoginia. Las piezas no tratan de estos temas, pero permean nuestro trabajo”, añade.
El sábado y el domingo, en Chapitô, la acompañarán dos portuguesas que forman parte del grupo que, además de actrices, son músicas, Mariana Correia y Leonor Cabrita. “El primer día la presentación será con música grabada. En los otros dos pondrán la banda sonora mientras yo actúo”, dice Mariana.
Ella habla de la diferencia entre tener una pista grabada o actuar con gente que toca. “No hay comparación entre tener música en vivo y música grabada. Existe una relación entre representación y música. Si voy más lento o más rápido, me seguirán”, explica.
sobre la pieza Habrádice: “Habla de esperanza en medio del caos. Busca encontrar posibles desviaciones para afrontar la existencia y lo que vivimos a nuestro alrededor”, afirma.