Imágenes falsasUna semana después de que las inundaciones repentinas azotaran el este de España, sobrevuelan las recriminaciones sobre quién fue el culpable del peor desastre natural que se recuerda en el país, en medio de escenas de ira por parte de los afectados.
Una imagen inicial de unidad entre partidos ha sido reemplazada por disputas sobre qué instituciones tenían jurisdicción en las zonas de desastre donde al menos 218 personas perdieron la vida.
Inmediatamente después de las inundaciones, el líder regional de Valencia, Carlos Mazón, del conservador Partido Popular (PP), dio la bienvenida al primer ministro socialista, Pedro Sánchez, y le agradeció el apoyo de su gobierno.
Fue un espectáculo inusual en el contexto de la política profundamente polarizada de España, donde Mazón incluso llamó a Sánchez “querido primer ministro”.
El líder regional de Valencia se ha enfrentado a críticas por tardar unas 12 horas en responder a un aviso meteorológico rojo emitido por la oficina meteorológica nacional de España (Aemet) el 29 de octubre y emitir una alerta directamente a los teléfonos de la gente, momento en el que la inundación ya estaba causando enormes daños.
Sin embargo, el líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, cuestionó la información facilitada por la Aemet, que está supervisada por el Gobierno central. También se quejó de que la administración del primer ministro no se había coordinado con el gobierno regional.
En los días posteriores, la presión sobre Mazón ha aumentado, y muchos comentaristas y adversarios políticos le han pedido que dimita por sus acciones de ese día, así como por eliminar la Unidad de Emergencias de Valencia (UVE) al asumir el cargo el año pasado.
En respuesta, ha adoptado una actitud más confrontativa, en línea con la del jefe de su partido.
Eso ha incluido culpar a la agencia hidrográfica CHJ, controlada por Madrid, de supuestamente activar y luego desactivar una alerta el día en cuestión.
“Si la CHJ hubiera reactivado la alerta hidrológica, el mensaje de alarma se habría enviado inmediatamente” por parte del Gobierno regional, afirmó Mazón.
La CHJ ha respondido explicando que proporciona datos sobre precipitaciones y cuestiones relacionadas pero que no emite alertas de este tipo.
Quince mil soldados, guardias civiles y policías han llegado ya a la región de Valencia, el doble que el fin de semana pasado.
EPAMazón ha respondido a las afirmaciones de que su gobierno no solicitó suficiente apoyo de los militares a raíz del fenómeno meteorológico, insistiendo en que las propias fuerzas armadas eran responsables de tales decisiones.
El jefe de la Unidad Militar de Emergencias (UME), Javier Marcos, respondió diciendo que el protocolo dictaba que el Gobierno regional tenía que solicitar ese apoyo.
“Puedo tener 1.000 hombres en la puerta de emergencia pero no puedo entrar, legalmente, sin autorización del jefe de emergencia”, dijo en referencia al dirigente valenciano.
Los comentarios de Mazón sobre los militares supuestamente enfurecieron a la ministra de Defensa, Margarita Robles, quien expresó su enojo durante una reunión de crisis de ministros con el rey Felipe el lunes.
Mientras tanto, la situación política se ha complicado aún más tras los llamamientos de Núñez Feijóo para que el primer ministro declarara un estado de emergencia nacional, lo que centralizaría la gestión de la crisis en Madrid, arrebatando poderes al gobierno regional de Valencia.
El líder del partido de extrema derecha Vox, Santiago Abascal, también ha respaldado tal medida, que ha sido descartada por el Gobierno.
“Sánchez es el responsable de no activar todos los recursos estatales cuando se podrían haber salvado vidas”, afirmó, denunciando la “maldad e incompetencia” de la administración.
El rey, Sánchez y Mazón se vieron afectados por la ira pública por la gestión de la tragedia el domingo, cuando la gente de la localidad valenciana de Paiporta, la más afectada por las inundaciones, les arrojó barro y se burló de ellos, llamándolos ” asesinos”.
A medida que las escenas se volvieron cada vez más violentas, el equipo de seguridad del primer ministro lo llevó a su automóvil. Mazón se quedó cerca del rey y la reina Letizia, quienes dialogaron con algunos habitantes locales en un esfuerzo por asegurarles que se estaba haciendo todo lo posible para ayudar.
Si bien la sabiduría de esa visita ha sido ampliamente cuestionada, desde entonces Mazón ha presentado una propuesta de 31.400 millones de euros para la reconstrucción de las zonas devastadas por las inundaciones, que será financiada por el gobierno central.
Mientras tanto, Sánchez ha anunciado un paquete de ayuda inicial separado por valor de 10.600 millones de euros.
“Lo que queremos los españoles es ver sus instituciones, no peleándose entre sí, sino trabajando hombro con hombro”, dijo al anunciarlo.
